Combatir los efectos del embarazo y la lactancia con una elevación de pecho

 

Un pecho vaciado, menos turgente y más bajo. Es lo que suele ocurrir a las mujeres después del embarazo y la lactancia. Para corregir la situación y restaurar los senos, algunas mujeres deciden ponerse en contacto con un cirujano plástico para que les realice, entre otras cosas, una elevación mamaria.

¿Cuáles son las intervenciones más frecuentes?

Normalmente, existen dos tipos de cirugía más comunes: la elevación mamaria, que consiste en levantar los senos para combatir la ptosis, yel aumento mamario, que consiste en colocar una prótesis para devolver el volumen a los senos.

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Por lo tanto, las pacientes de elevación mamaria necesitan un procedimiento para tratar la relajación mamaria debida, por ejemplo, al embarazo, el envejecimiento o afecciones congénitas. Se recomienda una mastopexia de aumento mamario cuando el problema sólo puede resolverse colocando implantes mamarios o si la paciente no desea implantes mamarios.

El embarazo y la lactancia afectan a los senos

Algunas pacientes requieren una elevación mamaria porque desean reducir significativamente el tamaño de una areola agrandada (la piel pigmentada que rodea el pezón). Toda reducción mamaria quirúrgica implica la elevación de los senos.

Al final del embarazo y la lactancia, se produce un cambio radical en la forma de los senos: caen y parecen «flácidos». Esta reacción se denomina ptosis mamaria. Es entonces cuando la cirugía estética se presenta como una solución eficaz y duradera. Una vez que el cirujano plástico retira el exceso de piel, la elevación mamaria permite remodelar los senos y reposicionar las areolas.

¿Cuándo debe planificarse una elevación de mamas tras un embarazo?

Se recomienda esperar de tres a seis meses después de la lactancia para permitir que el tejido mamario se desinfle y vuelva a su estado normal. La paciente también debe recuperar unos niveles hormonales normales antes de plantearse una elevación mamaria, a lo que seguirán análisis de sangre y otros exámenes rutinarios para preparar la estrategia quirúrgica.

Un aspecto clave de la elevación de mamas es que no impedirá a ninguna mujer poder dar el pecho en caso de nuevos embarazos tras una elevación de mamas. Numerosos estudios han demostrado repetidamente que las elevaciones mamarias no tienen ningún efecto sobre el desarrollo o el aumento del riesgo de cáncer de mama.

 

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